Mi vida es una mentira Cap 9 «El coche»

 

 

 

 

Mi vida es una mentira

 

Cap 9   "El coche"

 

 

 

Se casó enamorada, muy joven, inexperta,  inocente, y educada para ser una "buena mujer "  de su casa  y  totalmente   convencida de que su marido era su amo y señor, como debia de ser, como tenia que ser, ahora  y en el futuro, para bien para mal, en  la riqueza en la pobreza, en la salud en la enfermedad . . . etc.

Cuando sintio la bocina de un coche, se sobresaltó, estaba en la entrada, en el corral, y salió atropelladamente, quitandose el mandil, y tirándolo encima de la máquina de coser,  el sol  le daba de frente y haciendo de visera  ambas manos creyo ver un coche pequeño y de color rojo -fuerte , alli mismo, ante sus narices  y a su marido con una sonrisa de oreja a oreja.

¿Que te parece?

Que le iba a parecer,  si era el cuarto o el quinto coche  que  tenia ante sus ojos.

Ven sientate, aqui, veras que bien se va, venga mujer, deja lo que estabas haciendo que te doy un paseo.

Aquel mediodia  estuvo mala todo  el rato, el paseo le habia valido nada mas que para aterrarse  o marearse, asi , una mareandose otras aterrandose, ¿qué  velocidad alcanzaba aquello?

"Podremos ir a visitar a tu madre cuando quieras,  incluso ir a la montaña, que tan harta dices estar de  la costa y del calor.

Si  aquel cochecito, que no era tan pequeño, pues entraban sus tres hijos, su suegra su marido y ella misma les valió mucho pero se les quedo viejo enseguida, y hubo que comprar otro, mas grande, mas bonito, mas lujozo. Con este ya no salian tanto a la montaña, ni  se iba toda la familia de vacaciones, pues los hijos ya grandes tenian "cosas que hacer" y ellos  pocas ganas tenian de salir, o al menos eso era lo que ella creía.

Todos los sábados por la tarde se afanaba mas de dos horas en dejar el coche reluciente, por dentro y por fuera, era una labor mas para ella, hacia años que lo venia haciendo y nunca habia reparado en que su marido la miraba mientras ella realizaba tal menester.

Aquel sabado no habia tenido tiempo de  limpiar el coche, su suegra se puso muy mala

les dió un susto  pero la cosa no pasó de ahi,  el domingo su marido cogio el coche como siempre para dar una vuelta y regreso tarde y un poco tomado, venia de la  "Gran cafeteria"  del pueblo  habia estado mirando el futbol  alli,  era donde tenian la única televisión,  se estaba poniendo de moda, gracias a aquello.

Tendría que ir ella a ver que era eso de la "Tele"   le diria a su marido que la llevara.

El lunes  después de hacer sus labores, miró de refilón el coche, y se dió cuenta de que aquel sábado no lo habia limpiado, y se puso manos a la obra.

Esa fué la última vez que lo hizo, su marido nunca se enteró del verdadero motivo, ella lo llevaba guardado dentro, muy dentro, con dolor, con rabia, con el orgullo herido, y con  la palabra contenida, y con la certeza de que su marido la habia engañado, no sabia si mucho tiempo, si habia sido siempre, o si habia sido aquella única vez, pero  la prueba de que su corazon se habia partido, lo tenía bajo llave, en aquel cofre  de  roble, tallado por su  padre,  artesano de profesión, que cada vez que lo abria, recordaba sus palabras aquel día que se lo dió, "mija aqui guarde sus recuerdos, buenos o malos, pa recordar  lo que es vivir"